“Prohibido hacer cualquier tipo de broma o referencia satírica sobre los musulmanes”. Ésas son las nuevas directrices empresariales que Mark Thompson, director general de la BBC, ha impuesto a sus trabajadores en Gran Bretaña para evitar que la reputada cadena televisiva emita descalificaciones en tono burlesco sobre el islam y sus adeptos en “cualquiera de los contenidos que se difunden; programas de humor incluidos”. 

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